Al principio de la película conoceremos
a Margaret (Amy Ryan), una jueza que andaba en una habitación de hotel
con un chico (Austin Abrams) jugando en la cama hasta que este tiene un
accidente, provocando que este se dé un mal golpe y muera. Al no saber qué
hacer en ese momento, y con el cuerpo del chico aún en el lugar donde cayó,
Margaret toma su celular y marca un número que tiene almacenado entre sus
contactos y llama, pero la conexión no se da, pues sale un mensaje que indica
que el número no existe. Unos segundos después recibe una llamada del mismo número
que marcó y este hombre que se convertirá en su contacto (George Clooney)
le hace algunas preguntas. Y una vez que ella las responde todas, se pone en
camino, y al llegar, le da algunas instrucciones mientras él arregla todo para
que no haya ni una huella ni de ella ni del chico en la habitación (además de
deshacerse del cuerpo), y remata diciéndole que “nadie más hace el trabajo que
hago”. Pero antes de que empiece el contacto de ella a trabajar, llega un
hombre vestido de manera similar al que llegó primero (Brad Pitt), el
cual viene a hacer el mismo trabajo del contacto de Margaret. Después de una
breve discusión, suena el teléfono de la habitación y del otro lado de la línea
habla Pam (Frances Mc Dormand), y les dice a Margaret y a su contacto
que ella envió al otro hombre que acaba de llegar (y este dice también que
“nadie más hace el trabajo que hago”). Además, Pam le dice a la juez que se
vaya de la habitación y vuelva a su casa, y pone a los dos contactos a trabajar
juntos para que arreglen la habitación, además de deshacerse del cuerpo.
Mientras están haciendo el trabajo, el contacto de Pam descubre el bolso del
chico detrás de uno de los muebles, y dentro de este hay 4 panelas de droga,
por lo que deberán investigar de quién es dicha droga y devolverla, además del
trabajo que deben hacer con el cuerpo.
A ver, lo vuelvo a dejar en claro: la
película es buena, pero no alcanza la excelencia, y ello se debe a que la
premisa que nos presentan es algo que ya se ha visto en otras ocasiones, 2
personajes que tienen diferencias y que son forzados a trabajar juntos. En
otras palabras, “nihil nuovo sub sum” (“nada nuevo bajo el sol”).
Además, el desarrollo de la trama, a medida que avanzan los minutos, se va
dando de manera convencional, y contiene situaciones cliché. Otra cosa que
afecta su calidad es el hecho de que al tener un desarrollo de trama tan básico
hace que los personajes tampoco sean profundos. En fin, acá los motivos por los
que no es excelente el trabajo del director Watts. Pero el hecho de que existan
estos detalles no significa que no se deje ver. Todo lo contrario, ya lo
dijimos, es una que se disfrutará sin miedo a arrepentirse, y es ahora que
vamos a ahondar en aquello que funciona.
Es grato ver plasmado en pantalla que
regresen a trabajar en una producción cinematográfica 2 actores tan geniales
como lo son George Clooney y Brad Pitt después de varios años sin
pisar un plató que les permita aparecer juntos en cámara. La química que se
observa entre ambos está completamente intacta. Y es que después de haber
participado a principios de los 2000 en las películas de la saga “Ocean” muchas
buenas migas quedaron entre ellos. Y si bien es cierto que acá no son parte de
un grupo de ladrones que va a dar un golpe en un lugar, también lo es que poco
importa que acá sean limpiadores de escenas de asesinato, o que en un futuro se
pinten como payasos, agarren tortas y se las echen mutuamente en sus caras o
que interpreten a personajes en una película de ciencia ficción y salten de un
planeta a otro como si estos fueran piedras, esa química seguirá patente hoy,
mañana y siempre. Esto, obviamente, se refleja en sus actuaciones. Muy bien
conseguidas, y donde se nota también la presencia que tienen en cámara, además
de que las situaciones que requieran comedia están muy bien actuadas (y es
también una de las cosas rescatables del libreto. En esto no falló, así como en
las situaciones planteadas para llegar al final). Y en la parte de las
actuaciones también es más que justo decir que Austin Abrams es un joven
actor que resulta más que interesante observar, pues sin importar que esté en
cuadro con Pitt, con Clooney o con ambos, Abrams lo hace muy bien, y es alguien
que también resulta gracioso en las situaciones que le tocan por el lado de la
comedia. Ojalá y le toquen mejores libretos a futuro y así pueda desarrollarse
como actor.
En síntesis, “Wolfs” no es una película
brillante (y siento que nunca quiso serlo), pero las situaciones entre comedia
y drama que presenta, además de las actuaciones del trío principal de actores y
su química hacen que sea de esas cintas que vale ver, aun cuando no alcanzó el
punto más alto.
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