Aaron Taylor-Johnson funciona como el protagonista y hay varias secuencias
de acción que realmente funcionan bien, principalmente las que hace el actor.
De igual forma, hay personajes secundarios en forma de villanos que han sido
adaptados también del universo "Spider-Man" y que cuentan con un
diseño bien interesante en sus primeras incursiones en el cine (excepto Rhino,
que ya había aparecido en "Amazing Spider-Man 2"). Es todo lo que
puedo decir a favor de esta película.
Ahora bien, si alguien preguntara “¿estás de acuerdo en que el estudio Sony hace unos años tomara personajes del universo del arácnido y les creara su propio universo?” Cuando hicieron el anuncio durante la mitad de la década pasada, tuve dudas de que personajes que se supone ya estaban regresando a su casa natal en aquel momento, y estaban recibiendo adaptaciones de películas, fueran apartados de Marvel como quien separa abruptamente a un bebé recién nacido de su madre que apenas está recibiendo pecho de esta. Empezaron con "Venom", y el resultado en este personaje fue decente en sus 3 cintas, por decir lo menos (repito: decente). Después vino "Morbius", y por decir lo mínimo, fue abucheada por público y crítica por igual. El último esfuerzo del estudio Sony por adaptar a un personaje que es un villano muy conocido del universo "Spider-Man" tiene sus cosas buenas (que ya las mencionamos al inicio de esta reseña), pero antes de irnos con todo aquello que no funcionó, veamos de qué va esta historia.
Desde el mismo inicio de la película se nota que no hubo ningún mimo por querer hacer algo, por lo menos, bueno. Sergei Kravinoff (Aaron Taylor-Johnson) se encuentra en Rusia en camino a una cárcel en ese país. Allí (e, incluso, antes de llegar a la cárcel), demuestra todas sus habilidades sobrenaturales y consigue llegar a la celda de un traficante de armas, para posteriormente matarlo. Luego retrocedemos 16 años en el tiempo y conoceremos a un Sergei mucho más joven que comparte tiempo con su hermano Dmitri y su padre, Nikolai (Russell Crowe), de cacería en Ghana. Pero en una de esas que están en la selva, Sergei es herido al proteger a su hermano de un león. Cerca de ellos hay un campamento donde se encuentran una chica llamada Calipso y su abuela, y el león cargó con el chico hasta donde está ella, y procede a curarlo con una poción que le dio su abuela, para luego ir a pedir ayuda. Regresando al tiempo presente, Sergei (ahora Kraven) viaja a Londres para reunirse con Dmitri (siendo su versión adulta Fred Hechinger) por su cumpleaños, mas la ocasión dura poco tiempo debido a que este es secuestrado. Como se vio en el trailer, tenemos a uno de los villanos del universo del arácnido como lo es Aleksei Systevich /Rhino (Alessandro Nivola), el cual tiene la capacidad de transformar su cuerpo con una piel muy parecida a la del rinoceronte. Otros personajes incluyen a Calypso de adulta (Ariana DeBose), quien trabaja como abogado y en algún momento se reencuentra con Kraven.
Si el lector se encuentra con que el concepto que se ha presentado para esta película no resulta interesante, tiene toda la razón. Llega incluso a resultar algo aburrido por todas las cientos y cientos de veces que esta fórmula ha sido utilizada. Y no solamente en la narrativa, sino que, con el arranque de la película lamentablemente caemos en un cliché. Uno de tantos que aparecen durante el desarrollo de la trama. Así mismo, molesta mucho que personajes del universo de "Spider-Man" tan interesantes como el protagonista y Rhino, por decir lo menos, tengan tan poco desarrollo a nivel de escritura. Tomemos como ejemplo, precisamente, a Rhino, pues como ocurriera en su día con el Duende Verde de Willem Dafoe en “Spider-Man” de 2002, Sergei cuenta que participó en un experimento que le permitiría tener la fuerza de un rinoceronte, pero no se explican detalles de cómo ocurrió dicho experimento (y esto sin contar al resto de secundarios que pareciera estar metidos en la trama artificialmente). Más convencional, imposible
Algo más sobre la escritura: no tengo ni la más remota idea sobre a quién se le ocurrió que con simplemente agregar más carga de violencia y palabras fuertes (por la naturaleza del personaje) llevaría a que la audiencia saliera corriendo a la taquilla. En la teoría sonaba más que interesante por eso mismo, la naturaleza de Kraven, pero en la práctica no funciona. Tiene un resultado calcado al de “Hellboy” de 2019 en este aspecto. Y en algunos casos, resulta sin sorpresas para el espectador, donde solamente daremos como referencia al personaje de Dmitri. Se acordarán de esta tribuna al ver cómo termina el desarrollo de este en la película.
Como dijimos, de lo poco de bueno que se puede rescatar es al actor protagonista y algunos de los diseños que presentaron para la cinta pues no se puede negar que tanto Kraven como El Extranjero y Rhino poseen diseños que llaman la atención (así como de un personaje más que también sale del universo de “Spider-Man” en los comics, mas no lo revelaremos para no caer en spoilers), pero una película no vive a base de diseños, sino de personajes. Y si a eso le sumamos que una cinta de estas características también debe tener acción, ratificamos que muchas de las secuencias hechas por Taylor-Johnson están bien hechas, así como también hay muchas que pasan sin pena ni gloria.
“Kraven, The Hunter” es una cinta que no fue pensada a futuro, sino con la intención de, simplemente, sacar millones en taquilla. Cosa en la que, lamentablemente, no cumple su cometido. No es que en el UCM la cosa pinte mejor con la mayoría de sus villanos, mas la diferencia es que aquí (en Sony Pictures) nunca prosperó como debía y ello llevó a que el estudio tomara la decisión de cerrar el ataúd con clavos y olvidarse de ello para siempre.
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