Mace Windu moriría bajo otras manos

 

    Advertencia: la siguiente nota contiene algunos spoilers, por lo que si no has visto las primeras películas de la trilogía "Star Wars", no sigas leyendo.

    La saga "Star Wars" ha tenido múltiples instantes emblemáticos que han marcado la franquicia. No obstante, algunos de estos pudieron haber sido bastante distintos respecto a su versión definitiva. Uno de los sucesos más destacados es el fallecimiento de Mace Windu, una de las más memorables de toda la serie.

    En una sesión de preguntas y respuestas en la GalaxyCon de Richmond, evento al que acudió el medio estadounidense Popverse, Daniel Logan, quien personificó a Boba Fett de niño en la trilogía precuela, reveló que el proyecto inicial de George Lucas consistía en que Fett vengara a su padre, Jango (tras haber sido eliminado este en la arena de Geonosis del episodio II), en la tercera película al eliminar a Windu.

   "Mace planeaba golpear a Boba al igual que hizo con Jango, pero dado que Boba ya había presenciado previamente lo que había ocurrido, impacté las mochilas propulsoras y volé boca abajo, o sobre mi espalda. Durante mi vuelo boca arriba con las mochilas de propulsión en el suelo, extraje los blásters de Jango y le disparé precisamente en el estómago, y de esta manera se suponía que Mace Windu debía morir".

    Como relata el actor, el futuro de Windu iba a ser bastante distinto a los planes iniciales. No obstante, tal como indica, esta escena fue eliminada a causa de la intervención de Samuel L. Jackson. ¿El motivo? No veía factible que un joven como Boba Fett pudiera terminar con un Jedi de tal relevancia.

    "Verás, no considero que este chico tenga la autoridad para asesinar a alguien que pertenece al Consejo Jedi. Además, no deseo que un niño listo me mate", expresó Logan. "Se descubre que yo era ese pequeño niño listo." Indudablemente, este conflicto habría tenido relevancia en la narrativa de los personajes, pero al final se optó por una muerte que, en términos retrospectivos, es épica y continúa siendo una de las más memorables de la segunda trilogía.