Voy a
decirlo de una vez sin que me quede nada por dentro: casi alcanza la
excelencia, pero igual es de agradecer el muy buen trabajo hecho por el
director Jeff Fowler pues ha devuelto la fe en las adaptaciones de videojuegos
al cine después de la desastrosa “Borderlands”, la cual tenía un elenco
prometedor, pero tiró todo a la basura haciendo de esa cinta una genérica.
Siento que si las adaptaciones de videojuegos a esta forma de arte han tenido
éxito es porque (salvo la excepción de la mencionada “Borderlands”) el equipo
de realizadores pone esmero en presentar un mejor resultado que satisfaga a
todos, y no solamente a las legiones de fans que sigan a este juego o aquel
otro. Además, otra cosa que han sabido hacer los realizadores que se embarcan
en estas adaptaciones es saber si vas a presentar una película con actores de
carne y hueso o animadas. Y un dato más que tampoco es poca cosa es el hecho de
que han sabido respetar el canon de los juegos y lo expanden de manera tal que
no se van por un sendero que no le sentará bien a la adaptación, al tiempo que
aparecen personajes nuevos, como en la primera cinta de esta, ahora trilogía
(sí, “Resident Evil”, Alice eclipsa en demasía a los personajes canon y te
enfocaste demasiado en la acción en todas tus películas). Eso sí, hay sus excepciones y es que, debo
decirlo, a diferencia de muchos, a mí sí me gustó “Final Fantasy: The Spirits
Within” pues sí, es verdad, trajo personajes completamente nuevos, pero los
elementos de magia y de ciencia ficción que tan épicos fueron en el 7mo. juego de
la saga están presentes. Por supuesto, esta es mi opinión y el mundo no tiene
que estar de acuerdo conmigo pues, al final, entre gustos y colores no hay nada
escrito. Bien, como se dijo hace un momento, es de agradecer el esmero puesto
para esta tercera película, pero veamos a detalle el más reciente trabajo del
director Fowler escrito por Pat Casey, Josh Miller y John
Whittington.
En una
isla en las costas de Japón, se observa una base de G.U.N., y dentro de ella
hay 2 soldados que resguardan un cuerpo inanimado que se encuentra en estado de
sueño criogénico: el erizo negro Shadow (Keanu Reeves). De repente, las
computadoras comienzan a funcionar mal y los signos vitales del erizo comienzan
a cambiar, haciendo se despierte de su sueño por completo y escape de la base.
En el otro lado del mundo, en Green Hills, Sonic (Ben Schwartz), Tails,
el zorro (Colleen O’Shaughnessey) y Knuckles, el equidna (Idris Elba),
están preparándose para una carrera que correrán ellos 3. El primero en llegar
a la meta es Sonic, pero descubre que le tenían una sorpresa para celebrar sus
3 años de haber llegado a la Tierra en compañía de Tom (James Marsden) y
Maddie Wachowski (Tika Sumpter). En el medio de la celebración llega un
helicóptero de G.U.N. y les cuenta a Sonic, Knuckles y Tails que Shadow está
atacando Japón tras escapar de la base antes mencionada. Después de ser
vencidos por el erizo negro, Sonic y los otros tienen un encuentro con el
agente Stone (Lee Majdoub), quien les dice que solamente hay una manera
de detener a Shadow y es trabajando en conjunto con el dr. Robotnik (Jim
Carrey). Y como se deja ver en el trailer, este último se encuentra con el
profesor Gerald Robotnik (también Jim Carrey), su abuelo.
Es
importante destacar que la cinta es lo más predecible que se puedan imaginar, y
la verdad es que por un momento pensé que me encontraría con algo similar a la
segunda, pero no fue así. Lo pondré de esta manera: la primera película puso
las bases del personaje y del villano con el entorno en Green Hills, Tom y
Maddie, su súper velocidad y otros poderes con los que cuenta. La segunda
mantuvo la misma tónica de la primera en cuanto al personaje ya asentado en el
pueblo antes mencionado, añadiendo otros personajes humanos que, al final, no
tienen tanto peso en la cinta. Esta tercera es como la primera, pero con las
bases mejor asentadas, unos compañeros mejor desarrollados (Tails y Knuckles),
un villano que recibe a otro villano (el profesor Robotnik) y presentando a un
personaje nuevo (Shadow)… como deberían ser todas las adaptaciones de
videojuegos al cine. De hecho, he sabido (refrescando un poco el “Sonic
Adventure 2”) que en ningún momento el doctor y el profesor Robotnik se
conocen, y esto está bien, es algo que se arriesgaron a hacer y quedó bien
hecho, de esas libertades creativas que funcionan. Un gran trabajo en el
libreto de Casey, Miller y Whittington. Y a nivel de efectos visuales la cosa
va por la misma senda de la escritura, y me alegró mucho que cuando se tratara
de las escenas con los erizos, el equidna o el zorro, se utilizaran títeres que
funcionaron para aumentar la interacción entre estos y los humanos. Además, los
acabados de todos los efectos, especialmente de los personajes antes mencionados,
quedaron bien conseguidos.
Las
actuaciones también están bastante conseguidas, ninguna se siente falsa o sin
ganas. Por los actores de voz, quisiera que hubiese llegado (o mejor dicho, que
abrieran más funciones) de la versión con audio original pues tenía muchas
ganas de escuchar a Keanu Reeves como Shadow, pero el doblaje funciona
bastante bien, y tenemos (entre otros) a Luisito Comunica, Mario
Castañeda, Marisol Romero Durá, Octavio Rojas y René
García como Sonic, los 2 Robotnik, Tails, Knuckles y Shadow,
respectivamente (cualquiera diría al escuchar a Castañeda y García que está
viendo un episodio de “Dragon Ball Z”), y me agrada que el primero mejorara
considerablemente después de las 2 primeras películas. En cuanto a los humanos,
es cierto que James Marsden y Tika Sumpter no aparecen tanto a
cuadro como en las 2 primeras películas, pero cuando lo hacen están en línea
con las anteriores películas del erizo azul, y es que ya con esta son 3 las
veces que interpretan a sus personajes, los conocen muy bien. Lo mismo puedo
decir de Lee Majdoub, quien con su agente Stone vuelve a convertirse en
el complemento del dr. Robotnik, esa especie de ying y yang que forma esta
dupla. Y si en la primera película fue un deleite ver el regreso al cine de Jim
Carrey, acá la cosa, aprovechando que usé la palabra “dupla”, se multiplica
para el actor por 2, pues en esta ocasión interpreta al doctor y a su abuelo,
el profesor. Vaya que Carrey tuvo bastante que hacer para dar vida a sus 2
personajes pues, por un lado, se dejó crecer el cabello, así como se vio en el trailer,
y por otro, pasar varias horas en la sala de maquillaje para ponerse en la piel
del abuelo de Ivo. Y si con el maquillaje luce como 2 hombres distintos, con
las actuaciones de cada personaje se luce este actor. Esto lo extrapoló,
incluso, en una capacidad que tiene y que es harto conocida de todo aquel que
ha visto a Carrey en sus películas: el improvisar. Si, por ejemplo, se lució
improvisando el baile que hace cuando analiza la espina de Sonic en la primera
cinta, acá lo hará por partida doble en una escena que no contaremos ni un
detalle para que esta pueda ser apreciada. Sólo diremos eso: que el actor lo
volvió a hacer.
A grandes rasgos, “Sonic The Hedgehog 3” es una estupenda entrada que se agradece mucho pues, como se dijo al principio, después del desastre que fue “Borderlands”, esta logra recuperar la fe en las adaptaciones de juegos de video al cine. El enfoque mejorado de los personajes, su acción y sus actuaciones (especialmente Jim Carrey) hacen que valga darle la oportunidad para verla. Esperemos que las siguientes adaptaciones de juegos tomen esta senda, y la estudien para mejorar lo que ya funciona.
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