"Moana" podría haberse llamado Bucky y haber sido un poco distinta a lo que conocemos en la actualidad. Por lo menos, es la opinión del animador Buck Woodall, quien ha interpuesto una demanda contra el estudio por haberle sustraído contenido protegido por derechos de autor. Si Woodall sostiene lo que afirma, su concepto se habría escuchado en los oídos de Disney sin que él lo supiera.
La denuncia sostiene que su concepto no solo se aplicó en la primera película, sino que también ha contribuido al desarrollo de la segunda, "Moana 2", que tuvo su estreno cinematográfico el pasado noviembre (y de la que puedes leer la reseña que hicimos en el blog aquí).
Buck Woodall se desempeñaba en Mandeville Films cuando presentó a Jenny Marchick la propuesta de un proyecto denominado "Bucky" y "Bucky, the Wave Warrior" durante los años 2003 y 2008. Según Entertainment Weekly, lo que se presentó incluyó un guion completo, ilustraciones de personajes, presupuestos, un tráiler conceptual totalmente animado, guiones gráficos, referencias a imágenes de fondo y más. Por lo tanto, Woodall obtuvo protección de derechos de autor para estos materiales en 2004, la cual se actualizó en 2014.
Las semejanzas entre las dos producciones serían abundantes, dependiendo de la demanda. En "Bucky, "el proyecto de Woodall, un joven inicia un viaje en canoa por las aguas de Polinesia con el objetivo de proteger su territorio. En la trama son de gran relevancia los antepasados espirituales, que se manifiestan como guías animales, y se incluyen aspectos como un collar simbólico, navegación por estrellas, una deidad de lava y un ser enorme vestido de una isla montañosa.
Se mencionan detalles en Moana 2, donde la demanda está centrada, y se muestran detalles como un gallo y un cerdo, la tarea de romper una maldición, un torbellino que lleva a un portal oceánico y una reunión con la tribu guerrera Kakamora.
Durante su tiempo en Mandeville Films, la empresa contaba con un acuerdo de primera opción con Disney, lo que lleva al animador a pensar que Marchick pudo entregar sus materiales al estudio, quienes habrían desarrollado la idea sin acreditar adecuadamente. La demanda presentada por Woodall sostiene una "firma fraudulenta que engloba el hurto, la apropiación indebida y la explotación extensiva de los materiales protegidos por derechos de autor de Woodall", liderada por Marchick, quien actualmente es la directora de desarrollo de DreamWorks Animation
En cuanto a Disney, exhibió documentos vinculados a "Moana", que incluyen conceptos para la trama, primeros ejemplares del guión, apuntes de investigación y recursos para la exposición. Documentos que demostrarían que el proyecto surgió en su propia empresa.
Woodall solicita una compensación del 2,5% de los ingresos brutos de "Moana", que se traducen en 10.000 millones de dólares, además de un fallo judicial que restituya sus derechos de autor y prevenga posibles transgresiones futuras. En este momento, la decisión aún está por definir.
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