En 2009, Quentin Tarantino estrenó "Inglorious Basterds", una película protagonizada por Brad Pitt, Christoph Waltz y Melanie Laurent sobre un grupo de personas que se enfrentan a los horrores del régimen nazi y acaban unidos por la historia de cómo todos se levantan con una misión: destruir al líder del Tercer Reich.
Una de las actrices es la alemana Diane Kruger, que interpreta el papel de Brigitte von Hammersmark. En una entrevista reciente con Josh Smith en su podcast "Reign with Josh Smith", la actriz habló sobre su inicio en Hollywood, la importancia del papel en su carrera y reveló que Tarantino no quería que ella hiciera una audición para el papel.
La película se rodó en inglés, alemán, francés e italiano, por lo que Tarantino quería actores que pudieran hablar esos idiomas con fluidez y usar acentos que no parecieran falsos. Esa es una de las razones por las que deseaba que Christoph Waltz se una al elenco, pero Diane Kruger también podría ser buena para el papel que deseaba en aquel entonces.
Diana Kruger nació en la tranquila comunidad de Algermisen, en Baja Sajonia, Alemania, con una población de 8.000 habitantes. La actriz alemana saltó a la fama mundial con películas americanas como "Troy" de 2004 junto a Brad Pitt. Sin embargo, protagonizó la película, lo que aparentemente sorprendió a Quentin Tarantino y vetó su elección. "Él no quería que hiciera una audición porque vio alguna película en la que aparecía y no le gustó. No creyó en mí desde el principio. Literalmente, la única razón por la que no me hizo el proceso de casting fue porque no había nadie ninguna otra candidata", dijo la actriz. “Pagué un vuelo de Nueva York a Alemania porque él no quería verme en Estados Unidos. Tuve que pasar por todos estos momentos que me pusieron nerviosa, pero pensé: '¿Sabes qué? Al cuerno, lo haré y le demostraré que puedo'. Afortunadamente todo salió bien. Pero a veces parece injusto, ¿no? Hay que cambiar la narrativa”, añadió. "Creo que fue una lección para él. A veces estoy segura de que yo también cometí ese error, etiquetar rápidamente a personas que crees que se comportarán de cierta manera y no lo hacen", dijo.
A pesar de los recelos de Tarantino, Kruger pudo convencerlo de que estaba equivocado y finalmente consiguió el papel, dándole el reconocimiento que anhelaba y no sólo ayudando a Tarantino a no invisibilizar a los demás, sino también ganando en confianza y seguridad.
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