Captain America: Brave New World

 

         Nadie ha dicho nunca que los regresos sean fáciles. Unos toman más tiempo que otros para que las cosas vuelvan a su lugar, pero siempre se agradece que ciertas figuras (llámese personas o cosas) regresen por un motivo o por otro. Venimos de un 2024 de varios regresos, y muchos de ellos dio gusto ver que lo hacían por lo alto. Por decir unos pocos, Demi Moore regresó al cine durante el año pasado con “The Substance” y en “A Real Pain” haría lo propio la actriz Jennifer Grey. Y hace 2 meses, en el ala de los videojuegos, en la ceremonia de los The Game Awards, se lanzó el trailer que marcará el regreso de “Okami” con una secuela tras “Okamiden” lanzado en Nintendo DS, que lo hará (creemos) en el transcurso del año que viene. 

         El Universo Cinematográfico de Marvel en estos primeros años de la presente década no ha tenido muchos éxitos. Con la cinta que nos ocupa, han lanzado en las Fases 4 y 5 un total de 8 películas, con resultados variados entre sí (repito: variados, que no malos), siendo las favoritas de esta tribuna (por el momento) “Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings”, “Black Panther: Wakanda Forever” (sí que supieron resolver la ausencia del fallecido Chadwick Boseman, mas su presencia se siente en la cinta, que no es malo, pero careció del impacto de la primera) y la estrenada durante el año pasado “Deadpool & Wolverine” (la cual puedes ver su reseña aquí). Lo último que vimos del Capitán América en cines fue durante los eventos de “Avengers: Endgame” (alerta de spoiler), cuando el primer portador del manto, Steve Rogers, cumple con la misión de eliminar la amenaza de Thanos y procede junto con Bruce Banner a viajar en el tiempo a devolver las Gemas del Infinito a sus respectivos bloques de tiempo. Cuando Banner, “Bucky” y Sam Wilson ven que Steve no regresa, Sam encuentra unos segundos después a un anciano sentado en un banco. Este descubre que es Steve, el cual, al entregarle su escudo a Sam, le pasa el manto del Capitán América, agradeciéndole este, al tiempo que le dice “haré lo mejor” (fin de spoiler). Tras iniciar su andadura con series que han tenido calidad tan variopinta como las películas (fabulosas “Loki”, “What If…?”, “Wandavision”, “Moon Knight” y la reciente “Your Friendly Neighborhood Spider-Man”), volvemos a tener una película de este universo entre nosotros. Como se mencionó al principio, los regresos no son fáciles, y ha pasado un tiempo considerable desde la última vez que supimos de Sam Wilson una vez que ya tomó el manto de Capitán América, y finalmente tenemos su primer film envestido como tal dirigido por Julius Onah y escrito por Rob Edwards, Malcolm Spellman, Dalan Musson, Julius Onah y Peter Glanz. 

         Abrimos con un prefacio donde vemos que Thaddeus Ross (Harrison Ford, tras tomar el testigo de William Hurt por su fallecimiento) es elegido presidente de los Estados Unidos (vaya, segunda interpretación como presidente de ese país para Ford en su carrera…). 5 meses después de su elección, este envía al Capitán (Anthony Mackie) y a Falcon, tomando el manto Joaquín Torres (Danny Ramírez) a una misión en Oaxaca, México, a detener una venta ilegal de varios artículos considerados como clasificados, la cual está siendo llevada a cabo por la Sociedad Serpiente, una pandilla de rebeldes liderizada por Sidewinder (Giancarlo Esposito), y que, además, tiene capturados unos rehenes. Sidewinder escapa, pero logran recuperar los artículos clasificados y liberar a los rehenes apresados por la Sociedad. Luego de la misión, entrenan con Isaiah Bradley (Carl Lumbly), quien viene de los acontecimientos de “The Falcon and the Winter Soldier”, Bradley vive como un ciudadano libre, y es invitado junto con Sam y Joaquín a la Casa Blanca a participar en la Cumbre de la Isla Celestial. En un punto de la reunión, Bradley y otros hombres atacan al presidente Ross y estos son apresados y encarcelados por Ruth Bat-Seraph (Shira Haas), por lo que Sam, junto con Joaquín, decide investigar al respecto puesto que Isaiah dijo que no recuerda haber atacado al presidente. 

         No se tuvo ninguna duda al salir de ver la película, este trabajo es bueno, de eso no hay duda. Tenemos que Mackie toma de manera estupenda el testigo dejado por Chris Evans, y su Capitán América cumple con creces y no decepcionará a quienes lo han visto desde “The First Avenger”, cuando Evans interpretó al personaje. Además, se hace acompañar de Danny Ramírez, Harrison Ford y Shira Haas, y gusta bastante el que Ford tome tan bien el relevo de Hurt. Por otro lado, el nivel de acción es bastante bueno, y podría ubicarlo, precisamente, al lado de “The First Avenger”, y es acá donde también se puede hablar con tranquilidad que Onah sabe colocar las cámaras para captar los momentos que viven sus personajes durante el desarrollo de la trama. Y si bien es cierto que no llega al nivel de “The Winter Soldier” (favorita del canal) en cuanto a carga de misterio, se puede decir que es bueno, pero sin más. Es en estos aspectos por los cuales rescato este trabajo del UCM, y lamento enormemente que no subiese más su nivel de calidad, el cual se ve eclipsado por aspectos que hablaremos a continuación. 

         No por nada mencioné a “The Winter Soldier” pues es, con diferencia, el mejor trabajo basado en el personaje de Marvel Comics adaptado a cine. Cargas de suspenso enormes, personajes inolvidables (villanos incluidos), un aspecto técnico estupendo (y que, en mi opinión, ha envejecido bastante bien), grandes giros de libreto… elementos que, repito, han hecho de este trabajo el mejor del personaje con mucha diferencia. Si lo traigo a colación es porque esta película se siente como si hubiesen querido hacer algo que tuviese un impacto igual o mayor que la segunda del “Cap” en el UCM, mas en esta ocasión se le acaba la gasolina en algún momento del camino. Y es que, para empezar, no he creído (en la gran mayoría de los casos) en películas cuyo libreto es escrito por 3 personas o más. Excelente con 1 persona en la escritura, aceptable con 2, y de ahí en adelante, como dice la sabiduría en nuestro idioma, “tres son multitud”. Aquí hablamos de que la escritura estuvo a cargo de 5 personas (incluido el director) y se ve que “no dieron pie con bola” cuando de presentar un buen libreto se trató. A ratos el espectador puede percibir que, tal como pasó con “Moana 2”, que se siente como que estaba planificada para ser un producto para la televisión que una cinta para cine propiamente dicha. Esta película resulta tan predecible que solamente basta con saber que en las primeras tomas con tan solo ver lo que la cámara muestra a su alrededor uno sabe quién es el villano de la película. Cualquiera podría haber pensado que era el Sidewinder de Giancarlo Esposito, pero no es así. 

Y ya que lo menciono en el párrafo anterior, debo decir también que la película tiene otro detalle más que, lamentablemente, se ha convertido en una cruz en la gran mayoría de las películas del UCM: los villanos poco desarrollados. Por un lado, el mencionado Sidewinder de Esposito peca no solamente de esto, sino también de un desaprovechamiento de la presencia del actor, apareciendo en muy pocos minutos del metraje, y encima con eso, con poco desarrollo en la cinta. Y el segundo villano (que, si han visto el trailer, podrán haber descifrado quién es) le ocurre ¾ de lo mismo en cuanto a poco desarrollo en su escritura. Parece mentira que en 18 años que tiene este universo entre nosotros sean tan pocas las películas cuyos villanos resultan una figura destacada con la que el espectador puede ver un desarrollo real de estos. 

Un detalle más que hace que la película no vaya más allá de ser una buena cinta (y a secas) es que su apartado técnico no es todo lo bueno que uno podría desear. Sí, hay partes en las que funcionan bien los efectos visuales, pero en su mayoría se nota a leguas que son efectos hechos por computadora, y donde se nota más esto es (aprovechando que saqué a colación el trailer) es en uno de los personajes que debuta oficialmente en este universo: Red Hulk. El rostro captura muy bien las expresiones faciales, pero en todo lo demás el acabado es dudoso, hecho a las prisas. Y es en momentos como ese cuando se recuerdan noticias de los últimos años donde los espectadores han reclamado un mejor acabado visual en lo que lance Marvel, pero en la gran mayoría de los casos la cosa ha caído en saco roto, y esta cinta cuenta para ese registro (lamentablemente). 

A grandes rasgos, esta “Captain America: Brave New World” es una buena película sin más, que no es quemada completamente por factores como las actuaciones de Anthony Mackie, Danny Ramírez, Harrison Ford y Shira Haas, pero sucumbe en otros que podrían haber hecho de esta una mejor película. Lo diré mal y pronto: el debut de Mackie como el nuevo Capitán América en la gran pantalla merecía algo que estuviese, mínimo, a la altura de “Captain America: The Winter Soldier”.