Una cosa que nos caracteriza como seres humanos es el hecho de que podemos disertar sobre distintas ideas relacionadas con distintos temas. Como dicen por ahí, “entre gustos y colores, no hay nada escrito”, y es completamente cierto de que en la variedad está el gusto. Lo que puede gustarme sobre un tema puede que no le guste a otros. Un sabor, un aroma, una frase, una idea… tantas cosas, hay como para no aburrirse, definitivamente. Por supuesto, siempre primando el respeto entre partes en todo momento. Si, por ejemplo, tú me dices que practicas una religión determinada, te lo respetaré hasta el último día de mi vida, así como espero que respetes que, como lo he dicho por acá, no practico ninguna religión creada por el hombre. O si nos vamos al campo deportivo, la cosa iría más allá de que apoyes a un equipo de cualquier disciplina y yo otro, sino que puede ir en cuanto a que pensemos que una jugada en “x” deporte no fue cantada adecuadamente (por ejemplo, un penalty en fútbol). Y así podría estar horas y horas citando ejemplos de muchas cosas en las que podemos hacer disertaciones sobre temas, pero este no es el caso. Mas todo lo que acontece en esta película empieza con eso, disertaciones sobre distintos puntos y da como resultado un trabajo que, desde ya lo digo, es más que interesante de observar desde varios puntos. No me demoraré más y veamos juntos el más reciente trabajo protagonizado por Hugh Grant escrito y dirigido por Scott Beck y Bryan Woods.
La película inicia con 2 chicas sentadas en un banco público, las hermanas Barnes (Sophie Thatcher) y Paxton (Chloe East), las cuales pertenecen a una iglesia mormona de la comunidad y discuten sobre varios temas. Cuando llega el momento de hacer la prédica de la palabra de la iglesia, llegan a una casa en medio de la lluvia, y al tocar la puerta, son atendidas por el señor Reed (Grant) y este las invita a pasar a su casa para que no se mojen con la lluvia, pero estas le informan que por normas de su religión no entran a casas de extraños, y para que lo hagan en este caso, es indispensable que haya una mujer adentro, mas el sr. Reed les dice que su esposa está en la casa y así entran todos en esta. Una vez dentro, Reed las atiende gustosamente, y es aquí donde cobra sentido lo de las disertaciones que decía al principio, pues los 3 comienzan a tocar tópicos relacionados con la fe humana, la creencia de que hay un Dios que todo lo ve, y hasta les muestra un ejemplar de tapa dura de la biblia de los mormones en la que ha marcado varios pasajes de esta. Pero en un momento de la conversación, las dos hermanas comienzan a sentirse incómodas en la casa puesto que la esposa del sr. Reed, en todo el rato que tienen conversando, no se ha presentado en la sala para conocerlas, y es a partir de este punto donde las hermanas se comunicarán entre ellas para así salir de la casa.
La sinopsis es breve, pero es más que suficiente para contarles de qué va el trabajo escrito y dirigido por Beck y Woods, y además, la película dura un estimado de 110 minutos, por lo que es más que suficiente, además de evitar spoilers de todas clases. Por otra parte, la principal virtud de la película es el hecho de ser consciente de que es provocativa en el sentido de que dispara preguntas muy filosóficas al espectador, con una profundidad de esas que podría hacer que algún miembro de la audiencia que la vea se cuestione sobre todo lo que ha manejado en cuanto a fe en su vida. De ese tipo de preguntas que van más allá de si practicas la religión católica, la judía, la mormona presente en la cinta, si eres testigo de Jehová, la que sea que practiques. Ese aire, incluso con un ejemplo en donde el sr. Reed utiliza a la franquicia de hamburguesas “Wendy’s”, viene cargado de una filosofía innegable, al más puro estilo de películas como “The Last Samurai”. Y al mismo tiempo, entre diálogos hay intenciones ocultas (mismas que denotan el trabajo de escritura de Beck y Wooods, quienes han sabido manejar de manera genial lo que conlleva estar dentro de una especie de juego del gato y el ratón), más preguntas que se hará el espectador entre diálogo y diálogo hasta llegar al final de la cinta. Hablando de intenciones, es también de resaltar que mucho del metraje de la película transcurre dentro de la casa del sr. Reed, y si en esta se siente un ambiente que uno siente que lo oprime hasta incomodarse, es gracias a la fotografía cargada de colores apagados de Chung Chung-hoon y al diseño de producción a cargo de Philip Messina. Pocos ambientes se ven en la cinta, pero el minimalismo es lo que lleva a decir aquello de “menos es más”. Por un momento llegué a pensar que la película me pareció algo larga, pero no, está dentro del tiempo promedio de estas producciones (repetimos: 110 minutos), mas donde sí siento que decae un poco es en el tramo final a causa de unos pocos clichés presentes y que no era necesario utilizarlos para el buen trabajo que se venía presentando.
Al ser esta una película con muy pocos personajes, la parte de las interpretaciones resultará más fácil de apreciar. Ello, precisamente, por el número de estos. Sophie Thatcher y Chloe East dejan un buen trabajo frente a las cámaras, y resulta bastante interesante que ambas actrices fueron mormonas alguna vez, por lo que el plasmar frente a las cámaras el cómo se dirigen a las personas cuando predican la palabra de esta iglesia, por un lado. Y por el otro, muestran los matices suficientes estando sus personajes encerrados dentro de la casa del sr. Reed. Duda, intriga, miedo y fe son algunas de ellas. Pero esta es, sin discusión, la película de Hugh Grant. Ya se había visto al actor interpretar en alguna ocasión a un villano en su carrera (ahora mismo se me viene a la mente “Paddington 2”), mas este tipo de antagonistas es de los que se pueden considerar cómicos. Cómico o no, lo cierto es que ese fue un villano, y resultó muy efectivo. Es uno que provoca ver una y otra vez. Pero el señor Reed de esta “Heretic” es uno muy distinto, donde me atrevo a decir que es el personaje más terrorífico de su carrera. Su personaje trae consigo un aura cargada de seducción (en el sentido de atraer víctimas) junto con otra aura, pero esta es más oscura. Una en donde Reed lo único que quiere es enviar víctimas “al otro barrio” para saciar sus deseos. Es un encantador de serpientes de pies a cabeza, un personaje distinto a los que hemos visto hasta el momento y uno de los mejores de su carrera.
“Heretic” viene a enriquecer el catálogo de películas de horror que es poco común en esta temporada. Sus aspectos técnicos están muy bien trabajados, tiene una carga filosófica que no debe pasarse por alto y grandes actuaciones (especialmente la de Grant). Si no hubiese sido por esos detalles en el último trabajo de la cinta, estaríamos hablando de una de las mejores de 2024.
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