Hace algunas semanas, Microsoft aseguró que la próxima versión de Xbox será "el avance tecnológico más significativo" en la historia de la consola. Es una gran cantidad de palabras, especialmente teniendo en cuenta que las revoluciones son difíciles después de cuatro generaciones. Sin embargo, parecen estar preparando una en Redmond.
El objetivo de esta evolución es una Xbox que se asemeja cada vez más a un PC. Es posible que no tenga éxito en todos los aspectos, ya que aunque la consola funcionará bajo una versión específica de Windows, similar a las Xbox Series S/X actuales, no será posible "trabajar" con ella.
Casi un año después de su lanzamiento, ya intentaron hacer exactamente eso. La inclusión de Microsoft Edge y la compatibilidad con Windows 365 parecían permitir ciertos usos de productividad en la consola. Sin embargo, las limitaciones tanto al navegador como a la interfaz de la consola, que carecía de descargas o extensiones, dificultaban su uso. Desde entonces, este apartado sigue siendo el mismo. Sin embargo, todo indica que la idea de Xbox se extiende. The Verge sugiere una consola en la que las conexiones con el ordenador personal se expandan aún más. En el soporte de las tiendas de videojuegos, lo harán casi sin problemas.
El líder de la división, Phil Spencer, dijo recientemente en una entrevista con Polygon que estaban considerando una forma de abrir el ecosistema y aceptar tiendas como Epic Games Store o Itch.io. Eso constituiría un cambio significativo para un dispositivo que hasta ahora se había enfocado exclusivamente en la distribución de juegos en Microsoft Store. Aunque Xbox Game Pass ha llegado a acuerdos con desarrolladoras importantes, Electronic Arts es uno de los ejemplos más notables, la empresa de Redmond parece particularmente ambiciosa en su apertura a otras plataformas de distribución.
Eso podría afectar negativamente el precio futuro de las Xbox de nueva generación. Tanto Microsoft como Sony ofrecen sus consolas a precios que les impiden generar ganancias por cada unidad vendida durante un período de tiempo. Subvencionan el hardware y creen que perderán dinero después de vender videojuegos en sus respectivas plataformas de distribución.
Si Microsoft acepta la venta de videojuegos por parte de otros, perderá esos ingresos, lo que podría generar unas consolas que ya no reciban tantas subvenciones y que podrían ser significativamente más costosas que los modelos actuales. Pero también hay otros signos de cambios significativos en la filosofía de Xbox. Es cada vez más evidente que se están haciendo esfuerzos para preservar los videojuegos y unificar las versiones de los juegos para Xbox y Windows.
Microsoft ha estado trabajando durante muchos años en el Game Development Kit (GDK) para garantizar que un videojuego para PC sea completamente compatible con la consola. Este esfuerzo ha facilitado la labor de los desarrolladores al crear versiones para Xbox Series S/X, PS5 y Windows, así como para los usuarios.
Pero el formato será el verdadero cambio radical, al menos el que podremos ver claramente. En otra sección de la entrevista mencionada con Polygon, Spencer admitió que desea poder iniciar sesión en la aplicación de Xbox en una pantalla completa, pero en un formato reducido, y agregó que desea que la interfaz (Dashboard) de su consola se vea cuando enciende la televisión. Los comentarios que se hacen hacen pensar en una posible "Xbox Deck", una consola que imitaría a la Nintendo Switch y la Steam Deck. Hablamos de una consola portátil que se podría conectar a la televisión para convertirla en una consola similar a las Xbox Series S/X.
Aunque hay ciertas restricciones debido a la necesidad de espacio y refrigeración para tener una gran capacidad gráfica, no parece que esto impida el éxito de Steam Deck, ya que su versatilidad ha sido fundamental para la aparición de varias opciones. La Switch, sin un chip gráfico particularmente potente, ya ha superado los 140 millones de unidades a esta altura.
Aunque la importancia de XCloud y los videojuegos en la nube podría aumentar en la próxima Xbox, este enfoque parece haberse arraigado. Los juegos digitales están superando gradualmente a los formatos físicos, y los videojuegos que descargamos, no los que "tocamos", serán una parte importante de este escenario si todo sigue avanzando como parece.
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